Reportaje

“Dan muchas ganas de hacer cosas”

El Cuarteto es una leyenda, y quien le puso el apellido, es aún más legendario. Se codeó con Julio Cortázar; Rodolfo Walsh; Julio Huasi, solo por nombrar a algunos. Borges elogió su musicalización de uno de sus poemas. Su nombre resume creación; originalidad y compromiso sin necesidad de impostaciones. El Tata Juan Cedrón apunto de cumplir medio siglo con el canto.

Cincuenta años de carrera y el lujo a lo largo de estos años de haberse codeado con un seleccionado como Borges; Gelman; Cortazar…
Luís Luchi; Julio Huasi. Conocí a Rodolfo Walsh, a Paco Urondo. Con toda esa gente me formé de oreja. De ojito, de estar con ellos y fueron mis maestros.

En estos cincuenta años surgió un estilo particular que tiene el Cuarteto Cedrón, que es todo un sinónimo de una forma muy especial de hacer tango.
Nosotros amamos al tango y a la música argentina, y desde el comienzo no quisimos imitar a nadie. No creo que haya que imitar. A mi me gusta Magaldi; me gusta Gardel, Piazzolla, pero por ejemplo Piazzolla no hacemos porque sino sos un pichón de Piazzolla. Hemos tocado con él seis meses en el ´65 todas las noches y yo me trepaba por las paredes, pero es como si hacés un tango de Gardel, que sin Granel no va.
Muchos chicos jóvenes que admiran al Cuarteto no lo imitan porque se dieron cuenta que nosotros no imitamos, que para ser hay que ser genuino.
En la música la escritura o la poesía uno tiene ganas de expresarse, que lo necesita todo ser humano. Cada uno hace sus cosas con la emoción que tiene y con la música pasa exactamente igual. Podés hacer o cantar lo que quieras, pero lo importante es que lo sientas de verdad.

¿Cómo la incorporación de instrumentos no tradicionales en el tango?
Depende de que instrumentos y de quién los propone. Es una discusión muy larga y muy profunda que tiene que ver con lo que fue la penetración de las compañías discográficas de los países dominantes que en los ´60 nos metieron claramente el rock ingles, a Bob Dylan que es extraordinario y a los Beatles que son extraordinarios, pero los chicos imitaban eso. A tocar la guitarra eléctrica y a cantar fino como cantaba John Lennon. Es como que nos desvirtuaron y nos sacaron la identidad. Desde ya que se hicieron obras de arte con eso pero se nos cambió nuestro sonido.
Yo estoy peleando para hacer una revisión del sonido argentino. De cómo era hasta el año ´60, para retomar nuestros orígenes.

Este es un momento de nuestro país donde en diversos ámbitos se busca el recuperar nuestra identidad.
Estamos viviendo un momento extraordinario, pero yo siempre tengo una actitud crítica en el sentido por ejemplo de un canal como Encuentro, que me parece una maravilla, pero veo que insisten mucho con el rock y porqué no ponen el mismo énfasis en programas de folclore y de tango.
Te pasan cuarenta veces a los Divididos, que son fenómenos, cantando El Arriero, pero pónganme también directamente a Yupanqui, para que los chicos entiendan, porque sino lo que estás haciendo es confundir a los jóvenes.
La Presidenta que tenemos es lo más grande que hay, pero hay que ver qué pasa al costado.
El otro día estaba viendo un programa en donde hablaban de las décadas del ´60 y del ´70, sobre economía y política, pero después refiriéndose a la cultura, ponen al Club del Clan y al Di Tella, y en el medio de esas décadas estaba el Cuarteto Cedrón; estaba el Gotán; estaba Piazzolla; estaba Rovira. Existían Yupanqui; Los Chalchaleros; Ramón Ayala. En cultura estaba Lupi; estaba Rodolfo Walsh; estaba Juan Gelman; estaba Urondo; Tuñón; Borges, y muestran al Club de Clan y al Di Tella nada más? Es una barbaridad.

A Usted que le ha tocado como dice “vacacionar” en Europa muchos años, le debe haber creado una relación más amorosa pero a la vez más crítica para con el país
A mi me parece que no hay país como la Argentina, pero llevamos muchos años de confusión y la gente que maneja algunos ámbitos está dentro de los confundidos.
Igualmente al país hoy lo veo extraordinario. Dan muchas ganas de hacer cosas, inclusive de cambiar estas con las que estoy puteando.

¿Cómo ve a Europa?
Están cansados pero son soberbios y se creyeron que la única verdad la tienen ellos.
Se creen que son los únicos que piensan, los únicos que son cultos y que siempre tienen la razón. Son los dominadores y solo entienden la sumisión del otro, y por lo menos en Latinoamérica ya no es así.

 
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